jueves, 10 de marzo de 2011

Los gordos tenemos el culo prohibido

Así como los boxeadores tienen la mano prohibida, los gordos tenemos prohibido por ley abusar de la potencia extra que poseen nuestros culos al expeler gases.

Es el chiste clásico: “Si el gordo se desgracia no queda uno acá”

Si, así es. Y no es extraño que así sea, al tener más estómago hay más espacio para que los alimentos fermenten en demasía y generen gases que casi podrían hacerle la lucha a los gases de invernadero.

Si bien los pedos no son exclusivos de nosotros los gordos (recordemos a María Amuchastegui), sabemos que tenemos todos los números para que nos consideren dueños de los más terribles eructos anales. De hecho se ha comprobado científicamente que los gases intestinales de las vacas son una de las grandes causas del calentamiento global en sí. Por lo tanto, el pedo de un gordo, puede ser más letal el dióxido de carbono que despide un camión que quema mal aceite.

Las peores situaciones en las que he liberado un gas a la atmosfera han sido:
- En una reunión familiar con parientes de Francia (y fue estruendoso!)
- En clase de gimnasia (primer año del secundario, 3ra clase, me gané el mote de “pedorro” hasta 4to año, en     5to me llamaban gordo directamente)
- En un boliche apalabrando a una mina que no me dio vuelta la cara (ahí el problema no fue el sonido, sino el olor. Y esto merece transcribir el diálogo):
    Minita:  Ay, nos vamos para otro lado? Hay un olor terrible.
    Gordo: Si, dale, vamos donde quieras
    Minita (detectando que el olor iba donde ellos iba): Esperame que voy al baño.
    Gordo: Dale (sabiendo que la minita nunca más lo vería u olería)
- En la cama (no viene al caso decir que me pasó con TODAS)

Bien, el culo del gordo expele unos pedos tan potentes que la ley ha intervenido para tratar de regularlos. Incluso la secretaría de relaciones exteriores de Estados Unidos está analizando declarar a los gordos (sobre todo a aquellos que sufren de intestino muy activo) ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA!

Mi nota personal es que no registré cambios, sigo en 118,5. Mantenerse en tan importante como baja, no? Con respecto a mi peso y los gases, puedo decir que tengo la teoría de que los gases hacen que uno pese menos, ya que al tener mucho gas metano en el estómago, el cuerpo tiende a flotar. Después de un pedo largo, el gordo pesa como medio kilo más!

He dicho!

1 comentario:

  1. Comiendo una hamburguesa en Adrogué
    me tiré un soberano pedo.
    Y como cigarros no tenía, medio como de nariz escondida,
    haciéndome el gil lo fumé.


    Saludos y gases cordiales. De tanto en tanto un buen pedo nos debate entre la nada y el ser.

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