martes, 14 de diciembre de 2010

Cuesta abajo en mi rodada...

121 el número del éxito???? o sólo un número capicua?

Si, he llegado a los 121 kilos, sigue la ferrea cuesta abajo de la aguja de la balanza... aunque en este caso es una especie de cuesta arriba hacia atras... a ver si me explico.

En las balanzas tradicionales (las viejas grandes que parece un chupetin gigante) que hay en las farmacias, el número 75 hace las veces de las 12 en ese reloj. Sí, los 75 kilos están al tope de la balanza, por eso, si uno se pasa de ese peso puede decir que "Está bajando".

Para concluir este enredo estúpido (como todos los enredos) puedo decir que en cierto modo, estoy bajando (de peso) pero estoy subiendo (en el burdo y obvio concepto de arriba/abajo).

Más allá de esta idiotez que he dicho, podemos decir que el plan esta en marcha. He pasado por una semana de muchos nervios, seguida de una muy mala noticias personal (No, no voy a ventilar mis problemas actuales). Eso me generó ataques de asma, angustia, desinteligencias (esto igual es normal en mí) y más allá de todo el ataque en sí... no pasé de comerme medio kilo de helado solo en una sentada. Lo cual está bastante bien si lo comparo con otras épocas, o tal vez uno se miente a si mismo y cree sólo lo que queire creer.

Hablando de cosas que uno quiere creer... tengo una teoría muy buena (porque es mía). Recuerdan mi promesa inicial de contarles historias personales y o pensamientos que involucraban mi gordura? bueno... aquí viene una de ellas.

Tengo la teoría de que los gordos... ojo! Está bien que yo lo diga eh, pero al gordo le duele que le digan gordo... sépanlo, decía, tengo la teoría que los gordos, nos creemos que hace más frio del que en realidad hace. Y esto supone un trabajo mental en extremo arduo, porque en realidad somos mucho más calurosos que los demás, por el simple exceso de "materia" que tenemos.

En qué me basamento para decir esto? En experiencias personales, siempre que el día está más o menos, el gordo (en este caso yo) opta por llevar abrigo. El abrigo, llevado contra el cuerpo (si no nos lo ponemos porque en realidad estamos que nos derretimos del calor) hace las veces de "escudo tapador de grasa". Una ridiculez, ya que "ese saquito beige no te tapa ni el ombligo dogor" o "estas tratando de salvar a Hiroyima de la bomba con un paraguas bosla de pedos" u otras barbaridades que podrían gritarnos.

Ejemplo práctico

Hace unos días en el tren, no hacia calor, pero definitivamente no hacía frio y, para ser esctrictamente ciertos, al rayo del sol, hacía CALOR.

En el vagón del tren eramos unos 20, gente de civil y una chica y yo de Gordos. los únicos abrigados de los 20... si, esta chica y yo. La chica estaba parada cerca de la puerta, a pleno rayo del sol... ergo, sudaba la gota misma (por la giota gorda, ella es gorda... la gota misma...que genial juego de palabras). Pero ni a palos se sacó la CAMPERA!!! Si, tenía puesta una campera.

Lleno de heroismo y decidido a cambiar mi vida (buuhaaa quien sos???) me quité el saco y seguí viaje... con la frente en alto (la panza no, porque se me cayó hace ya años).

saludos, gracias, comenten divulguen!