El dilema más grande de aquellos que llevamos años, años y años de sobrepeso. Casi, casi podríamos decir sobreeuro (que está más valuado hoy día).
Seguir la dieta a rajatabla o huir como loco por las bifurcasiones de los caminos alimenticios, esos caminos alternos que no llegan a la ciudad del cuerpo perfecto, de hecho, no pasan ni por la perifería...
En esta primer semana de mi experimiento bloggero para tratar de bajar de peso me pasaron muchas cosas, a saber:
- Naahhh, quien me mandó a publicar esto
- Si, esta idea fue genial... voy a bajar, seguro que bajo
- Má si, yo me morfo todo ya fue
- hoy todo el día a yogurt
- bueno viejo, dejate de joder, sino no la ponés nunca más en tu vida
- por favor... me veo así???
- no me importa nada, dame otro chegusan
- etc.
Bueno, pequeño botón de muestra... esto me pasa casi desde que dejé que a mi cerebro le llegara de algún modo el mensaje de "hay que ser flaco, hay que ser hermoso", mensaje que me entró por un oido y me salió por el otro. Lamentablemente no pasó lo mismo con las minas, no, ellas habían oido bien el mensaje, y me lo hacian saber.
Con respecto a la salud, tampoco le di bola al tema del peso, hasta que no hace mucho la vocesita de mi conciencia me termino diciendo: "Chorch... soy tu conciencia... adelgazá, no seas boludo, que yo vivo dentro tuyo y si te moris... espicho yo también".
Entonces... desde que supe que no sólo me hacía daño a mi mismo, sino también a mi puta conciencia... me dije: y bue, vamo´a tratar.
Esta semana que llevo experimentando me fue agendada con muy mal tino: Casmiento el sábado y cumpleaños el domingo. De terror, en el casamiento comí como si no hubiera mañana, pero bailé mucho y transpiré también como si no hubiera mañana. Así que más o menos empatamos. En el cumple del domingo no comí casi nada, ya que el atracón del casorio aún estaba vigente. Una patada al hígado que ni te cuento... bue, si te cuento, de hecho ya te lo dije.
En resumen, me porté bien toooda la semana, y el sábado me zarpé como para que el esfuerzo de la semana no hubiera significado nada. Pero, así y todo... bajé casi un kilo y medio señores. Lo cual quiere decir que: "estando tan excedido, poco importa lo que hagas, te cuidas un toque, y ya sirve" (esta frase está para un libro, no me digan que no).
Estoy oficialmente en 122,5. No estoy bien, pero estoy mejor que la semana pasada.
Esta semana que ya comienza... intentaré hacer todo como debe ser. Ya veremos si no me traiciono a mi mismo (cosa que suelo hacer, soy muy mala gente cuando de morfar se trata).
Gracias a todos los que me siguen... y a aquellos que no, por lo menos se pueden garpar una picada, no?
lunes, 29 de noviembre de 2010
viernes, 19 de noviembre de 2010
¿Morir a los 35 con sabor... o soso y sin sal a los 70?
Desde que tengo memoria me ha gustado comer. Pero mucho, como para el campeonato. Como incluso cuando ya no tengo ganas. Como sabiendo que no debo, como mientras tengo la total certeza de no tener siquiera apetito .
Pero es comer lo que me gusta, me encanta. Y hay un especial deleite en las cosas "gordas" por así llamarlas. Eso que es más rico cuando uno casi puede sentir que esta engordando en el mismísimo momento en el que a penas toca nuestras fauces. Ese crepitar de la comida bajo la influencia de mis dientes, de mis muelas, es especial para mí.
Toda la vida, podría decir, fui gordo, tal vez no tanto como ahora, pero si, jamás fui flaco. Las chicas que volteaban a verme lo hacían mientras se decía "mirá buzarda de ese, por favor!". Mi madre decía "cuándo vas a delgazar?", mi viejo y mis hermanos rogaban que me "pusiera las pilas". Todos, incluso gente que cree tener confianza como para hablarme abiertamente del tamaño de mi panza y a penas si conozco y saludos de compromiso. Todos querían que bajara de peso... pero yo no. Nunca me importó, jamás, ni por estética, ni por salud.
Ahora eme aquí, un viernes a las 2 de la mañana, sentado frente a una de las poquísimas cosas que jamás me recriminaran el ser un gordo... la PC, la querida Clementina.
Y me pregunto... será la hora de intentar una vez más? Lo digo mientras el asma me dificulta la respiración y mientras sé que mi prominente abdomen poco ayuda a mejorar mi estado de salud.
La respuesta es... "supongo que si", si, esa misma, "supongo que si". La verdad, no estoy 100% convencido, y sé que no es la mejor manera de iniciar, pero bueno, hacerlo público tal vez me ayude, no lo sé. Tal vez el temer a ser tildado de cobarde al abandonar un proceso que haré público pueda darme un empujón para seguir.
En fin, no lo hago más largo... la idea del blog, como bien dice el título y ustedes ya imaginarán, es tratar de contar mis experiencias durante mi intento de bajar de peso. Se agradecerán comentarios apoyándome o sumando experiencias o nada, que se yo, bardear a veces también es una ayuda (?)
Eso es todo por ahora, soy el Chorch y mi Peso inicial es de 124 kilos (Si, soy un mastodonte).
Nota: Hoy, el día en que decido hacer esto, me clavé medio kilito de helado... qué tul?
Pero es comer lo que me gusta, me encanta. Y hay un especial deleite en las cosas "gordas" por así llamarlas. Eso que es más rico cuando uno casi puede sentir que esta engordando en el mismísimo momento en el que a penas toca nuestras fauces. Ese crepitar de la comida bajo la influencia de mis dientes, de mis muelas, es especial para mí.
Toda la vida, podría decir, fui gordo, tal vez no tanto como ahora, pero si, jamás fui flaco. Las chicas que volteaban a verme lo hacían mientras se decía "mirá buzarda de ese, por favor!". Mi madre decía "cuándo vas a delgazar?", mi viejo y mis hermanos rogaban que me "pusiera las pilas". Todos, incluso gente que cree tener confianza como para hablarme abiertamente del tamaño de mi panza y a penas si conozco y saludos de compromiso. Todos querían que bajara de peso... pero yo no. Nunca me importó, jamás, ni por estética, ni por salud.
Ahora eme aquí, un viernes a las 2 de la mañana, sentado frente a una de las poquísimas cosas que jamás me recriminaran el ser un gordo... la PC, la querida Clementina.
Y me pregunto... será la hora de intentar una vez más? Lo digo mientras el asma me dificulta la respiración y mientras sé que mi prominente abdomen poco ayuda a mejorar mi estado de salud.
La respuesta es... "supongo que si", si, esa misma, "supongo que si". La verdad, no estoy 100% convencido, y sé que no es la mejor manera de iniciar, pero bueno, hacerlo público tal vez me ayude, no lo sé. Tal vez el temer a ser tildado de cobarde al abandonar un proceso que haré público pueda darme un empujón para seguir.
En fin, no lo hago más largo... la idea del blog, como bien dice el título y ustedes ya imaginarán, es tratar de contar mis experiencias durante mi intento de bajar de peso. Se agradecerán comentarios apoyándome o sumando experiencias o nada, que se yo, bardear a veces también es una ayuda (?)
Eso es todo por ahora, soy el Chorch y mi Peso inicial es de 124 kilos (Si, soy un mastodonte).
Nota: Hoy, el día en que decido hacer esto, me clavé medio kilito de helado... qué tul?
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